Taller con científicos en Tecnópolis.
Energía renovable y la célula: ese molino que tenemos adentro.
Nuestro cuerpo es una máquina que permanentemente está realizando trabajo: nos
movemos, comemos, nuestras células se multiplican... y para todo esto necesitamos
energía. El mundo busca energía renovable y no contaminante; nuestras células fueron las
pioneras: tenemos un motor interno que gira y gira sin parar, como un molino en
permanente movimiento, energizando nuestro trabajo. ¿Dónde está y en qué consiste este
motor?
Energía y Trabajo. El organismo como una máquina que constantemente está realizando
trabajo y para el que necesita energía. La energía no se crea y por lo tanto hay que
obtenerla de otra fuente. Todos tenemos un generador eléctrico interno.
• ¿Cuál es el objetivo del taller? Dar a conocer el concepto de Energías. Para realizar
un trabajo se necesita energía y esta energía no se puede generar de la nada sino que hay
que obtenerla de alguna fuente. En lo posible esta fuente debe poder renovarse y ser no
contaminante. Nuestro cuerpo es una máquina en permanente movimiento y necesita del
aporte constante de energía.
Lugar de trabajo: Instituto de Biología y Medicina Experimental
Formación académica: Licenciado y Doctor en Ciencias Químicas. Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales. UBA
Disciplina científica: Química Biológica y Fisiológica
Especialidad: Cáncer y reproducción
¡Hola! Mi nombre es Juan Carlos Calvo. Desde chico me gustaba hacer experimentos en
casa con lo que tenía a mano, mirar al microscopio (tenía uno chiquito) y en el colegio
secundario (orientación perito mercantil) una de las materias que más me gustó fue
Merceología (la ciencia que estudia el origen, composición y función de cosas que se
pueden comercializar). Creo que un poco acompañado por un pariente que era profesor de
Bromatología (Química de los alimentos) es que me decidí a estudiar Química. Cuando
cursé Química Biológica supe que quería investigar en hormonas y así fue como ingresé al
IByME.
¿Qué investigo?
Uno de los temas es cáncer, palabra que asusta si las hay pero que, cuando se la estudia
mejor, es menos terrorífica. Nuestro cuerpo está formado por miles de millones de células
que, como departamentos en un gran edificio, deben cumplir con las reglas del consorcio
para tener una convivencia pacífica. A veces pasa que una o un grupo de células deja de
cumplir con ese reglamento y genera problemas al resto del edificio. Por ejemplo, las
células cancerosas empiezan a crecer en forma desordenada, formando tumores, viven
más que las otras células, pueden escaparse hacia otros lados ocupando lugares que no les
corresponde y, por esto, hay que estudiar cómo se las puede controlar para que se
comporten mejor y no molesten al resto. Un dato curioso en este estudio es que las células
menos pensadas parecen estar involucradas en una comunicación directa con las células
cancerosas y pueden controlar o ser controladas por éstas: las células del tejido adiposo
(graso).
El otro tema es reproducción humana y en ratones. Aquí estudiamos el papel que cumplen
unas células muy pequeñas, los espermatozoides, cuando junto con el ovocito (mal
conocido como óvulo) tienen que dar origen a un nuevo individuo. Estas células llevan
mucha información y si llevan la equivocada podrán causar problemas a la descendencia.
Un dato interesante que surgió durante esta investigación es que tomar alcohol (en la
bebida, por ejemplo, vino) puede hacer que estas pequeñas células vean un poco
modificada la información que llevan y causen algunos problemas en los hijos (esto
estudiado en ratón).
¿Por qué es importante?
Los científicos somos como detectives que tratamos de descubrir qué se encierra dentro de
nuestro cuerpo, nuestro ambiente y nuestro universo. Cuanto mejor nos conozcamos, más
podremos ayudar para que la gente viva más sana y en armonía con la naturaleza.
Para ver fotos de la salida, hacé click en la imagen. 👆
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